La Rueda de la Fortuna. Por Alfredo Sarabia. La inseguridad que está viviendo hoy día a lo largo y ancho del país, denota (aparentemente) la incapacidad e ineptitud en los tres ámbitos de gobierno, en el federal, en el estatal y en el municipal. Pero, en este escenario marcado por la violencia, debemos distinguir la violencia emanada de grupos organizados, conocida como violencia de la delincuencia organizada, y la inseguridad que proviene de la delincuencia común, y en este sentido, legalmente, se han dividido en dos, los delitos observados: a) Los que son del orden federal, y b) Delitos del orden común. Y así, en este orden, se dan las intervenciones de los Ministerios Públicos: Del Fuero Federal, y del Fuero Común.
Sin embargo, ambas son peligrosas, pero la primera, es más temida por la población, pero de cualquier manera, las dos constituyen riesgos para la seguridad. Debes saber, que corresponde a los gobiernos señalados, brindar y otorgar la seguridad pública a los mexicanos, pero, ello, está fallando de alguna manera.
Al respecto, una gran variedad de voces, no gubernamentales, señalan al gobierno estatal, como un estado fallido, lo mismo se dice del gobierno federal.
El gobierno municipal, escapa a este decir, tal vez por qué no es responsabilidad legal de este combatir frontalmente la violencia más certera, pero ello, no les permite practicar la indolencia en ese grave problema de la inseguridad, sea esta del nivel que sea, aunque hay que decir que este, se queda aplacando borrachitos, nada más.
No obstante lo anterior, en el estado de Guerrero, al igual que otros muchos estados de la República Mexicana, “la cosa está de la patada”, pero los guerrerenses, padecemos constantemente una psicosis cuando salimos de nuestras casas, sobretodo a carretera, a pesar del programa de seguridad “Guerrero Seguro”, que publicita alegremente el gobierno estatal, y secundado felizmente por el gobierno federal.
En este contexto social, muchos pueblos se han armado para defenderse y defender a los suyos, y se han constituido en policías ciudadanos de la UPOEG y en policías comunitarios, pertenecientes a la CRAC, lo que significa una nulidad el combate a la inseguridad, que “ruidosamente” es señalada su disminución por los gobierno estatal y federal, y aunque suene repetitivo, desafortunada y desgraciadamente, así es la realidad.
Pero no todo el infortunio provocado por la inseguridad pública en nuestro estado de Guerrero, no acaba en lo explicado: Se tienen los casos graves de los desplazados, familias enteras que obligadamente han tenido que abandonar todo, desde sus tierras, animales, enseres y demás cosas familiares, y que obviamente les ha afectado enorme y severamente en sus actividades.
Ha sido triste saber de las atrocidades y barbaries que sufrieren nuestros hermanos guerrerenses antes de tomar la difícil pero necesaria determinación que hoy los padeciendo calamidades propias de verse alejados de sus poblados. Se cuentan más de 2 mil que están en una situación aún más de indefensión.
Y todo ello, debido a la inseguridad que permea muchos ámbitos sociales de nuestra entidad federativa….HASTA PRONTO.
¿Guerrero seguro? Para nada.
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