Autoridades mexicanas continúan examinando los cuerpos hallados el jueves en una fosa a las afueras de Ciudad de México, informó este viernes una fuente oficial, mientras familiares de 12 jóvenes secuestrados esperan angustiosamente los resultados de la investigación.
“Hasta el momento son siete (los cuerpos hallados) y continúan las excavaciones para verificar si existen más cuerpos”, dijo a MVS Radio el fiscal de la capital mexicana, Rodolfo Ríos, quien precisó que los resultados de ADN pueden demorar al menos dos días.
“Mientras no tengamos la certeza de la muerte tenemos la esperanza de la vida. Entonces nosotros seguimos trabajando en ello para que los encontramos con vida”, abundó el funcionario, en referencia a los 12 jóvenes secuestrados por un grupo armado el 26 de mayo, a plena luz del día, a la salida del bar After Heaven, situado en el corazón capitalino.
Por su parte, Eugenia Ponce Ramos, tía del único menor de edad entre los desaparecidos, Jerzy, expresó este viernes a la AFP la angustiosa espera que padecen los familiares de los jóvenes.
“Estamos muy tensos pensando cualquier cantidad de cosas. Es una agonía de 24 horas y ahorita está intensificada”, dijo.
En medio de las montañas de bosques espesos de Tlalmanalco, un municipio del Estado de México (centro) ubicado a unos 30 km al sureste de la capital del país, siguen “trabajando tanto peritos de la Procuraduría capitalina como de la Procuraduría General de la República”, aseguró Ríos.
Los cuerpos de la fosa clandestina fueron hallados el jueves en un rancho del lugar, que se encuentra rodeado por un parque ecológico donde se siembran árboles navideños.
Ricardo Martínez, abogado de algunas de las familias de los raptados, dijo que un policía en el lugar le confirmó que, según indicaciones de dos detenidos por el caso, hay en total 13 cuerpos enterrados y 12 de ellos serían los jóvenes secuestrados.
El fiscal general, Jesús Murillo Karam, explicó que el hallazgo se dio durante una inspección en un rancho por presencia de armas de fuego.
La mayoría de los jóvenes desaparecidos, siete hombres y cinco mujeres de entre 16 y 34 años, habitaban en el violento barrio capitalino de Tepito, y al menos dos de ellos tienen padres que están purgando penas en prisión.
Según el gobierno capitalino, el plagio se habría originado en una disputa entre las pandillas La Unión y Tepis, dedicadas a la venta de droga.
Autoridades mexicanas continúan examinando los cuerpos hallados el jueves en una fosa a las afueras de Ciudad de México, informó este viernes una fuente oficial, mientras familiares de 12 jóvenes secuestrados esperan angustiosamente los resultados de la investigación.
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