martes, 27 de agosto de 2013

Nueva Confrontación con la CRAC

27-08-2013.22:20:22. Opinion Por Manuel Tello Zapata. Elementos del Ejército Mexicano desbloquearon ayer por la tarde la carretera nacional Acapulco-Oaxaca a la altura de Cruz Grande y desarmaron a 127 presuntos policías comunitarios de la casa de seguridad de El Paraíso. De ellos, diez portaban armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano, por lo que fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público Federal en Acapulco.


Los comunitarios bloquearon la carretera para evitar que el Ejército Mexicano subiera a la casa de El Paraíso y detuviese a Arturo Campos Heredia, líder moral de Néstora Salgado Garcia, Miguel Buitrago y Gonzalo Molina González entre otros. Se ignora si ese era el objetivo militar, pero al confrontarse en la carretera con los presuntos policías comunitarios, se realizó el operativo de desarme sin que se disparase una sola bala pese a que los comandantes de la CRAC aseguraban que se iban a poner feas las cosas.


Por otra parte, la comandante comunitaria de Olinalá, Néstora Salgado, fue notificada ayer por la tarde de la orden de formal prisión que le dictó un juez federal por el delito de secuestro agravado en agravio de seis personas, entre ellas tres menores de edad y sin derecho a fianza.


La captura de esta comandante comunitaria no se debió solo al presunto secuestro del síndico de Olinalá sino al de otras personas, lo que agrava el delito por el que se le acusa a Nestora Salgado quien pese a contar con la simpatía de muchas mujeres que hacen política en Guerrero, no podrá recuperar su libertad fácilmente como si lo hicieron los vándalos de la CETEG, que destruyeron hace unos meses diversas sedes de partidos en Chilpancingo.


La detención de esta mujer no solo se dio por levantarse en armas contra la delincuencia organizada, sino por la comisión de hechos que constituyen delitos violatorios de las leyes vigentes.


Los últimos sucesos han logrado dividir por completo a las policías comunitarias de Costa Chica y Montaña, ya que inclusive miembros de esta misma organización afín a Nestora, criticaron lo que hizo Gonzalo Molina al tomar por la fuerza el palacio municipal de Tixtla, con lo que se configuraron diversos delitos como lesiones, allanamiento, uso de armas exclusivas del Ejército Mexicano, y los que se acumulen


Haber politizado el movimiento de la policía comunitaria; abusar de la fuerza que les otorga el uso público de las armas; asaltar un ayuntamiento como el de Tixtla, humillando a los policías institucionales, etc., han logrado en muy pocos días con su beligerancia permanente, configurar un desafía al estado de Derecho, que no se puede seguir tolerando.


Porque se supone que las policías comunitarias no están integradas por delincuentes como las bandas de mafiosos que operan en el país. Si en verdad tienen como objetivo primordial la salvaguardia de sus familias y la sociedad en sus territorios de influencia, no deben caer en actitudes beligerantes que solo los llevan a un callejón sin salida.


Es necesario que los comandantes de estas organizaciones recompongan el camino porque en lugar de que su movimiento genere simpatías entre la población, está logrando el repudio de la sociedad, que no quiere más mitotes que vengan a sumarse a los que genera la inseguridad prevaleciente. Atención


manueltello2002@yahoo.com



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